jueves, 20 de febrero de 2014

Serranía Celtibérica

Oncala desde el Puerto. Cien habitantes con sus tres anejos
El Proyecto Serranía Celtibérica está dirigido por Francisco Burillo Mozota, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Teruel. Está compuesto por 30 investigadores de diferentes universidades e instituciones. A este proyecto se han unidos asociaciones y plataformas que luchan, en la medida de sus posibilidades, para que este espacio, ya empobrecido y con una densidad de población que no alcanza los ocho habitantes por kilómetro cuadrado, se recupere.

El espacio Serranía Celtibérica agrupa, en mayor o menos superficie, las provincias de Soria y Teruel (en su totalidad); Guadalajara (salvo la franja limítrofe con Madrid); Cuenca (salvo la zona Sur); Castellón (una franja del Oeste provincial); Zaragoza (salvo el NE); la mitad de la provincia de Burgos; La Rioja (su zona Sur, limítrofe con Soria y Burgos); y Segovia (una pequeña franja del NE).



Sarnago, en la Sierra de la Alcarama. Siete habitantes.
Manifiesto: Serranía Celtibérica (España)
La investigación arqueológica ha permitido visibilizar la entidad de la Serranía Celtibérica. Con una extensión de 63.098 km2 (doble que Bélgica), tiene censada una población de 487.417 habitantes y una densidad de 7,72 hab. por km2. De sus 1.263 municipios, 556 tienen menos de 100 habitantes, cuando en el resto de España hay 514. Presenta una situación de despoblación extrema, acentuada desde los años 60, momento en el que los polos de desarrollo se ubicaron en otros territorios, potenciando la emigración. No debe extrañar que en su seno hayan surgido los movimientos sociales más importantes de España: Teruel ExisteSoria YaLa Otra GuadalajaraLa Plataforma Cívica de CuencaAl Jiloca ya le Toca, etc.

La Serranía Celtibérica comparte con la Zona Ártica de los Países Escandinavos la mayor despoblación de la Unión Europea. Pero nuestra situación es más crítica que la de Laponia. Las extremas condiciones de frio de Laponia han dado lugar a que la población se concentre en los fiordos y existan medidas especiales para los habitantes de su interior. Sin embargo, la Serranía Celtibérica es un territorio desestructurado, sin cohesión interna, con un patrimonio degradadocon la mayor tasa de envejecimiento de la UE y con los índices de natalidad más bajos, por lo que está biológicamente muerta y condenada a su desaparición.

Cañicera, en el Sur provincial. Cuatro habitantes.
En la Baja Edad Media fue zona fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón. Esta condición de frontera ha perdurado, en cierto sentido, hasta la actualidad. La Serranía Celtibérica es zona interior y, a su vez, zona periférica de las Comunidades Autónomas de Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y La Rioja, en cuyas capitales residen los centros de poder político y económico.
Sin embargo, hace algo más de dos mil años la situación era muy distinta. La Celtiberia tenía una entidad cultural propia; y sus centros políticos y económicos estaban situados en las múltiples ciudades estado de su territorio. Una de ellas, Segeda, alcanzó el mayor tamaño del Norte de Hispania. Roma la trató como igual al declararle la guerra en el año 154 a.C., adelantó la elección de los cónsules del 15 de marzo al 1 de enero, motivo por el cual nuestro calendario comienza en esta fecha. Roma desplazó 30.000 hombres; los segedenses, aliándose con los numantinos, reclutaron 25.000; y el 23 de agosto, día de Vulcano, les derrotaron. Poco después, los romanos vencieron a los celtíberos; pero su avance fue lento: Numancia tardó veinte años en caer.
Ha llegado la hora de volver a unir nuestras fuerzas para detener el mayor “etnocidio silencioso” de la Unión Europea. Quienes vivimos en la Serranía Celtibérica y nos resistimos a abandonarla pedimos:
Al Gobierno Español y a los Gobiernos Autónomos que reconozcan la peculiar entidad territorial de la Serranía Celtibérica. Que, ante su crítica situación, apliquen la discriminación positiva y tomen medidas efectivas, no paliativas, en materia económica, fiscal y de infraestructuras, y que anulen las “fronteras” educativas y sanitarias. Que los fondos que destinan en materia de despoblación y envejecimiento se inviertan de forma finalista en los territorios despoblados.
A la Unión Europea que tenga en cuenta su condición periférica y fronteriza y aplique las medidas legisladas en materia de montaña, ruralidad y despoblación. Que ubique en la Serranía Celtibérica el Centro de la UE de Documentación e Investigación del Desarrollo Rural.
A la UNESCO que reconozca el Patrimonio Cultural de la Celtiberia como Patrimonio de la Humanidad (estuvo en su lista indicativa desde 1998 al 2006).
Peñalcázar. Sureste provincial. Deshabitado.
Necesitamos medidas efectivas de “repoblación”, que supongan la explotación sostenible de sus recursos, la promoción nacional e internacional de la riqueza potencial de la Serranía Celtibérica, de su patrimonio natural y cultural, de sus productos agroalimentarios, artesanales, gastronómicos y turísticos. ¡Y las necesitamos con extremada urgencia! Por que no hay nada más triste y desolador, para la mayoría de nuestros municipios, que vivir en el vacío de sus calles en invierno, en la soledad de un pueblo sin niños, rodeado de casas que se van hundiendo, y a más de una hora de coche de cualquier servicio.
(Manifiesto desarrollado por el Instituto Celtiberia de Investigación y Desarrollo Rural y el Proyecto I+D+i: HAR2012-36549. “Segeda y la Serranía Celtibérica: de la investigación interdisciplinar al desarrollo de un territorio”, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y los fondos FEDER, en el que participan 30 investigadores dirigidos por Francisco Burillo-Mozota, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Teruel. Véase el documento: Serranía Celtibérica (España). Un Proyecto de Desarrollo Rural para la Laponia del Mediterráneo)
Taniñe. Sierra de la Alcarama. Tres habitantes

Un Instituto de Investigación para dar soluciones

“El grupo de investigación de la Serranía Celtibérica, unido a otros investigadores, van a constituir de forma inmediata el Instituto Celtiberia de Investigación y Desarrollo Rural con sede en el Campus de Teruel. En la fase previa ha elaborado un documento Serranía Celtibérica (España). Un Proyecto de Desarrollo Rural para la Laponia del Mediterráneo, donde se demuestra que cumple los requisitos para que la Unión Europea la reconozca como Región Montañosa, Región Escasamente Poblada y Región Rural Remota. El marco de este Instituto se refleja en la reunión del Consejo de Competitividad para debatir el Programa Horizonte 2020: “Las ciencias sociales y las humanidades se integrarán en los tres pilares principales de Horizonte 2020 y se incluirán como parte integral de las actividades destinadas a solventar todos los retos sociales traspasando los límites en los que se enmarca cada disciplina”. Las estrategias investigadoras también se encuadran en los objetivos establecidos por el Parlamento Europeo en su Reglamento del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), 2014-20: “El FEDER debe contribuir a reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones y el retraso de las regiones menos favorecidas, ... a las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves.. y de montaña””. Francisco Burillo Mozota. Diario de Teruel, lunes, 17 de febrero de 2014.





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